Capitulo 16:Un dia normal?

hola tributos primero que nada gracias por su espera, en fin que lo disfruten.

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 Al despertar me encuentro con aquella estrella de mar que finnick me había regalado durante mi estancia en el cuatro "no es justo para ellos" llego a detestarme a mi misma por estar jugando con sus sentimientos y los de Max, entonces entra mi madre a la habitación.
-como lo hiciste?-le pregunto con un hilo de voz.
 -como hice qué, amor- pregunta sentándose a mi lado.
 -como fue que supiste que papa era el indicado- cuestione, pero no tuvo tiempo de responderme pues papá había entrado, parecía agitado y alterado. -quieren bombardear el 12, Haytmich recibió un mensaje sobre que habían detectado aerodeslizadores intrusos- y con eso salimos corriendo y entramos a un aerodeslizador en el cual ya se encuentra tanto la familia de Gale como la mía he Ines a el parecer yo y mama fuimos las últimas en llegar, al entrar mi hermano abrasa. - estaba muy preocupado- me dijo con un hilo de voz -tranquilo pequeñajo ya estoy aquí- le susurre y por un momento me encontré mirando a Max a los ojos.
-a donde se supone que nos llevan?- pregunto a los presentes pero el único que me llega a contestar es Haytmich.
-veras, linda, que el único lugar en el que podemos refugiarnos es el 13- responde con voz rasposa
-y de ¿que? se supone que huimos-les pregunto
-la pregunta es ¿de, quien huimos? y permiteme responderte que de alguna manera Sophie Snow se ha logrado hacer con el poder de agentes de la paz y ha decidido vengarse de todos aquellos que tuvieron que ver con la rebelión- responde Plutarch saliendo de alguna habitación de el aerodeslizador.
-igual no creo que sea tan fuerte como para hacer que caigamos-responde papa.
-claro que no lo es, por el momento- le contradice Plutarch.
- eso es justamente lo que tememos por lo que me han informado es bastante persuasiva y con un poco de trampas he engaños se ara con el poder en menos de lo que canta un gallo- dice Haytmich.
-pero eso ya lo hablaremos luego, por el momento solo necesitamos que intenten llevar la vida mas normal que se les haga posible en el 13- dice Plutarch, quise contradecirlo pero decidí callarme pero Max ya habia abierto la boca.
-¿como se supone que vivimos una vida normal?- cuchichea
-como se te haga posible- le espeta Plutarch
-siendo así me quedo tranquilo- dice sarcásticamente y veo que Johana intenta suprimir la risa
- no estoy aquí para discutir contigo- le dice un Plutarch un poco enojado
-oh claro que discutiremos eso es que piensa lo que me estas diciendo por que pretendes que vivamos una vida normal como si fuéramos de vacaciones mientras nuestro hogar es reducido a cenizas y tu pretendes que nos quedemos de brazos cruzados- dice y finaliza con una risa son humor, saliendo de la habitación con humo saliendole de las orejas. No voy detrás de el mas bien decido sentarme a esperar a que el viaje acabe la verdad es que no pienso muy diferente a el en cuanto a nuestra situación pero a diferencia se que aunque discuta llore o implore no me dejaran hacer mas de lo que ya hago.
En el camino me contaron que habitan logrado evacuar el 12 a tiempo.
Cuando por fin llegamos y Ines se me acerca.
-logre comunicarme con Annie a el parecer ella Finn Angie y Victor están aquí en el trece, tengo que irme al parecer también esta aquí mis padres y nos asignaron un compartimento unas 2 plantas mas abajo- dice y se va y yo me acerco a Max ya que solo quedamos yo y el pues nuestros padres fueron a la sala de mando.
-puedes calmarte- le digo
-como pretendes que me calme?- responde furioso
-te vez como un idiota y el que estés o no estés enojado no ayuda a nadie- le respondí desafiante.
-perdoname por ser el único que se preocupa de su hogar- dice alzando la voz y ea ultimas palabras fueron la gota que colmo el vaso. Acelere el paso hacia la que me habían dicho era mi habitación, el me seguía de cerca pero justo cuando localice la puerta entre y la serré en su cara.
-enserio no quise decirlo así-dice desde afuera.
-pues así lo hiciste y creo que ya has dicho suficiente- le respondí fríamente.
-¡al diablo!- y se fue a grandes sancadas.
-¡idiota!- grite y derribe la mesita de noche que se encontraba a un lado de mi cama, me recargue en la pared en la cual me deslice hasta quedar sentada en el suelo y las lagrimas se desbordaron de mis ojos, entonces sentí algo que me calaba en el bolsillo y la vi la estrella que Finn me había regalado, verla me hizo sonreír y quise salir a buscarlo pero estaba demasiado cansada así que decidí dormir y esperar hasta mañana.