viernes, 28 de febrero de 2014
CAPITULO 1
Un cálido rayo de sol se cuela por mí ventana haciendo que mis ojos instantáneamente se abran de par en par, espabilo y me dirijo hacia mi closet, me visto rápidamente y bajo por las escaleras y al instante un cálido olor a pan recién hecho me guía desde las escaleras asta las cocina donde encuentro a mí padre horneando unos biscochos de chocolate que huelen delicioso.
Me le acerco sigilosamente para darle un buen susto y cuando estoy a punto de asustarle…
-¿Qué piensas hacer Astrid?- dice la voz de mi hermano Jared desde las escaleras lo cual me hace pegar un brinco.
Mi padre se gira a verme y me sonríe dulce pero burlonamente, igualmente mi atención estaba centrada en fulminar a mi hermano con la mirada.
-¡que te pasa Jared!- le grite enfadada.
-ya no se peleen- dejo mama que bajaba de las escaleras.
Bajo y nos saludo a todos, principalmente a Jared, ella tenia alguna especie de debilidad a con mi hermano, se podría decir que lo tenia muy consentido, aun que por otro lado como decía papa, “eres la niña de mis ojos”.
Todos nos sentamos tranquilamente y de pronto algo me vino a la cabeza con un rayo.
-Max- pensé en voz alta pues le dije que le vería en la alambrada a las diez y ya eran las nueve con cincuenta y apenas me daría tiempo de llegar.
-se me hace tarde- dije levantándome de la mesa.
-otra vez olvidaste a tu novio- dijo Jared y odiaba que se refiriera a el como mi novio.
-no es mi novio- conteste rotundamente.
Subí a mi cuarto, cambie mis sandalias por unas botas y tome la chaqueta de mamá, al ya estar lista y colocada salí como un rayo de mi casa. Ya estaba en camino, observaba las lindas y pequeñas casas por las que pasaba, un pensamiento recorrió mi mente “olvidaste a tu novio” había dicho Jared, la verdad es que yo no veía a Max Hawthorne como algo mas que un amigo, ¿oh si?...
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